Con nuestro bufete podrá consultar a un abogado gratis, que debe de ser la premisa necesaria para tomar una decisión acertada.
Preguntar a un abogado debe de ser algo más que una consulta jurídica, pues con el concomimiento jurídico únicamente sería complicado entender la aplicación directa a nuestro caso. Lo importante es que el abogado consiga entender cuales son nuestra prioridades y así después de preguntar y consultar que se puede realizar una recomendación en términos sencillos y entendibles, que en definitiva es lo que necesita una persona en la práctica.
A la pregunta de cuánto cuesta un abogado de familia, dependerá del servicio que vaya a prestar el letrado, pues el mejor servicio al mejor precio será aquel enfocado al beneficio real de la persona, que será el de la prevención de la judicialización y el conflicto y el que se oriente hacia el entendimiento.
Por ejemple para entender cuanto cuesta una separación, deberemos de diferenciar de qué estamos hablando: Precio, plazo o enfrentamiento. Lo que no tiene precio y por tanto nos saldrá barato con independencia del coste económico, es una separación amistosa, pues será ahorrativa en tiempo, dinero por evitar pleitos y controversias familiares.
La consulta constructiva del abogado puede ahorrarnos muchos dolores de cabeza y es por ello que lo que no debemos hacer es escatimar en asesoramiento.
Para entenderlo, lo podemos comparar con un tratamiento o consulta médica. Si necesitamos un determinado tratamiento o consulta con un doctor, pero demoramos o incluso no acudimos a su consulta, puede ser que llegue el momento en el que el paso del tiempo haya conllevado una merma en nuestra salud que haya empeorado hasta el punto de que haya que tomar medidas radicales: Entrada en urgencias, operación, largo tratamiento… etc. Por no haber realizado consultas preventivas para evitar un empeoramiento de nuestra salud.
El abogado es el profesional que debe de guiar la toma de decisiones para que precisamente no se produzcan problemas legales, o de existir, minimizar al máximo las consecuencias negativas o adversas de las mismas, reduciendo las preocupaciones y asentando la vida personal y familiar sobre certezas legales.